Artículo presentado para el 14. 0 Encuentro Latinoamericano de Facultades de Comunicación Social - FELAFACS -
Octubre 2012
Administración de las controversias mineras y los
nuevos escenarios digitales
Maestro Marita
Solórzano Castro
Universidad de San
Martín de Porres
msolorzanoc@usmp.pe
Resumen
El propósito de este artículo es reflexionar sobre el potencial de los nuevos
escenarios digitales para la prevención y administración de las controversias
mineras. La red se convierte así en una herramienta más para gestionar la
comunicación entre la organización y sus públicos y reconciliar las metas de
las empresas mineras y del Estado con las expectativas de las comunidades que
se ven afectadas por sus actividades y otros públicos de importancia. Una tarea
que implica además, la construcción de relaciones de calidad entre las organizaciones
involucradas y sus públicos, en pro del cumplimiento de los objetivos de dichas
organizaciones y a la vez el desarrollo sostenible de las comunidades que
sufren el impacto de la minería.
No obstante, se precisa que
no todos los peruanos tienen acceso a las tecnologías del siglo XXI. En este sentido
se propone que la gestión de la comunicación que se realice en las redes sociales debe ser un trabajo paralelo a
la gestión de redes tradicionales no digitales existentes.
Abstract
The purpose of this
article explores the potential of new digital scenarios for the prevention and
management of mining controversies. The network thus becomes a tool for
managing communication between the organization and its publics and reconciles
the goals of the Government, mining companies and the expectations of the
communities affected by its activities and other important publics. A task that
also involves the construction of quality relationships between the
organizations involved and their audiences, towards reaching the objectives of
such organizations and also the sustainable development of communities impacted
by mining.
However, it is
clear that not all Peruvians have access to the technologies of the XXI
century. In this regard it is proposed that the management of the communication
that takes place in social networks should be a parallel work in traditional
networks, the not digital ones.
Palabras
clave:
Controversias mineras, Escenarios digitales , Comunicación, Relaciones
de calidad, Públicos.
Introducción
Las
tecnologías digitales se constituyen hoy en día, en eficientes herramientas
para cumplir los objetivos de las organizaciones. Las redes sociales como
Facebook y Twitter, sus implicancias, y otros recursos existentes[1],
permiten por fin, una real comunicación simétrica bidireccional entre las organizaciones
y sus públicos, al mismo tiempo que posibilitan complementar las auditorías
realizadas por los profesionales de la comunicación con información actualizada
en tiempo real a través del monitoreo y análisis de medios digitales, redes
sociales, páginas web, blogs, etc.
Evidentemente,
al tratarse de una herramienta, los recursos que nos ofrecen los escenarios
digitales pueden ayudar a las organizaciones a resolver problemas de diferentes
tipos. En este sentido, posibilitarían la solución de la problemática existente
entre las empresas mineras, las entidades gubernamentales y sus públicos
activos y pasivos[2] (Grunig
y Hunt, 2000, p. 242).
Sin
embargo, al planificar la comunicación, se debe tener presente que el Perú es
un país en el que los niveles de penetración de uso de computadoras e internet
en zonas rurales son muy bajos, no solamente por la falta de poder adquisitivo
y los niveles de pobreza, sino también porque todavía existen lugares en el
país que carecen de energía eléctrica.
Controversias y conflictos mineros
en el Perú: El origen
Según
cifras de la Defensoría del Pueblo (2012), en el Perú hay aproximadamente 237
conflictos sociales a nivel nacional (p.5), de los cuales aproximadamente el 40%
está relacionado con las operaciones mineras.
Si
bien es cierto la presencia de este tipo de controversias y conflictos en el
Perú obedece a múltiples razones, centraremos en un tema fundamental y que es
de competencia de todos los interesados en este artículo: la comunicación.
En
países que viven en democracia, donde se supone los ciudadanos deciden por su
futuro a través de sus representantes, la comunicación juega un rol
preponderante, porque es a través de ella que los ciudadanos van a poder
expresar sus inquietudes y expectativas a los gobernantes.
Se
enfatiza públicamente que democracia es comunicación, y en un gobierno la
comunicación debe ser la estrategia principal y tener como objetivo construir
consenso, sabiendo que consenso no es igual a unanimidad. En este sentido, Pérez-Senac
y Solórzano (1999) señalan que corresponde al gobierno comunicar el qué, el por
qué y el cómo de la realización de sus programas y actos, y al pueblo. (p.
208).
La
realidad en el Perú nos demuestra que los gobiernos olvidan con frecuencia el
papel y el verdadero significado de la comunicación: “poner en común”,
compartir y que para lograrlo debemos
manejar los mismos códigos que los de nuestros públicos, Códigos que se conocerán
a través de la investigación y no de suposiciones; olvido que ha llevado a los
gobernantes a caer en modelos asimétricos que sólo buscan satisfacer las
expectativas de las organizaciones (incluidas las del estado), pero no las de los
públicos involucrados.
El
año 2010, con la promulgación y luego con la elaboración del reglamento de la Ley
29785, Ley de Derecho a la Consulta Previa a los Pueblos indígenas u
Originarios, se inició el camino para subsanar esa falencia, pero esta ley ha
sido objeto de muchas críticas porque según opinión de muchos, no considera
aspectos de importancia para la solución de los verdaderos problemas y es
percibida como una pura formalidad en la cual los afectados no tienen poder de
decisión, tan sólo de expresión.[3]
Administración de las controversias
mineras y escenarios digitales : una aproximación a la solución de la problemática
Las
controversias se administran para evitar conflictos; una vez que el conflicto
se da, la solución se hace más difícil, por eso ese trabajo tiene que
realizarse cuando la problemática se encuentra
en el nivel de intercambios polémicos, y la única solución para esto es
el diálogo.
Administrar
es saber plantear alternativas de solución. Administración no es improvisación,
administración es planificación, organización, dirección, control- evaluación,
pero todo comenzando de una investigación. Y este es, un primer momento en el
que podemos utilizar los escenarios digitales a través del monitoreo de
plataformas y análisis de la información obtenida para ser utilizada en la
planificación.
Controversias,
entendidas como puntos de vista diferentes sobre un determinado tema, en el caso
que tratamos sobre la actividad minera en determinadas jurisdicciones con
puntos de vista a favor, puntos de vista en contra, considerando además a quienes
la actividad minera les es indiferente, quizá porque no los afecta o no
obtienen ningún beneficio, y que sería importante interesarlos de alguna manera
para que adopten alguna posición. Porque no todos los miembros de la comunidad
se oponen y los que se oponen algunos lo hacen con razón y otros sin razón y
sin ver el interés general, el bien común.
De
lo que se trata es entonces de encontrar la manera ideal de dialogar, de
comunicarse, exponer argumentos, para llegar a puntos en común, a acuerdos que
satisfagan las expectativas de ambas partes. Y es aquí donde pueden utilizase
las redes sociales pero de manera indirecta, a través de una identificación y
segmentación de públicos que pueden ser interlocutores con las comunidades, en
adición a los medios de comunicación.
La
poca penetración que todavía tiene internet en nuestro país exige el diseño de
estrategias de comunicación con soporte
digital, sí, pero basadas en una exhaustiva investigación de los públicos que
considere además de aspectos sociodemográficos una perspectiva antropológica
que permita conocer sus perfiles, necesidades y expectativas para así poder
establecer una real comunicación de doble vía[4].
Esta
investigación debe comenzar por la identificación de los públicos, considerando
tanto a públicos activos como a públicos pasivos. En este sentido no deberán faltar
dentro de la segmentación, las autoridades, los partidos políticos, candidatos
regionales y locales independientes, clientes, no clientes, organizaciones no
gubernamentales y cualquier otro tipo de asociaciones civiles como las iglesias,
personas notables de la comunidad, periodistas, medios de comunicación,
voluntarios, estudiantes, profesores, comerciantes, líderes de opinión y vecinos en general, Delahaye (2011, p. 142)
Cada uno con códigos, intereses y expectativas diferentes.
Así,
el mayor reto podría ser detectar cuáles
son los intereses de cada uno de estos públicos, que en muchos casos, por temor
al rechazo o por falta de honestidad son ocultados y no se manifiestan
explícitamente pero, que podrían ser monitoreados a través de los recursos que
nos ofrecen los escenarios digitales.
Pero
no todo el trabajo podrá ser realizado a través de las tecnologías digitales,
como se mencionara líneas arriba, nuestra población rural, la directamente
afectada, no puede acceder a ellas. En ese sentido, la gestión que se realice
en las plataformas digitales deberá ser paralela
a la gestión de redes tradicionales no digitales existentes que podremos
identificar también con la ayuda de la sociología.
El
trabajo en escenarios digitales estará orientado para nuestros públicos 2.0,
para los “peers”, (Alonso
y Arébalos, 2010, p. 314), para profesionales,
académicos y ciudadanía urbana y en un mucho menor porcentaje para los
ciudadanos de las zonas rurales.
La
mayoría de las comunidades que coexisten con los proyectos mineros no forman
parte de la sociedad digital, en muchos casos ni siquiera conocen bien qué es
una computadora, ni mucho menos tienen idea de lo que significa el internet y tampoco
de su potencial.
El
mejor ejemplo de la realidad, son los jóvenes los que tienen acceso a las
tecnologías, a través de algún locutorio con cabinas de internet en algún
pueblo/comunidad cercana, pero muchas veces para fines de ocio y diversión[5].
En pocas ocasiones con la finalidad de aprender.
Pero
podemos realizar un análisis e identificar las redes sociales tradicionales, no
digitales a las que pertenecen y replicar las estrategias que usemos a través
de la red a ese entramado de relaciones sociales pocas veces estudiado, que
vincula a estos públicos.
Hablamos
de un trabajo paralelo, como lo hemos señalado anteriormente, que comenzaría
por conocer los perfiles psicológicos, sociológicos y antropológicos de las
comunidades. Un conocimiento que no
implica únicamente una investigación cualitativa o cuantitativa en dichas
áreas, sino que además puede permitir (y aquí el papel de los escenarios
digitales) compartir la información entre profesionales para crear perfiles más
exactos.
Por
ejemplo, podrían publicarse los resultados de la investigación y crear un foro
de especialistas, que permita interactuar con otras personas conocedoras de la
realidad para que den sus propios puntos de vista, pudiéndose triangular la
información y hacer que otras personas compartan también los resultados de sus
investigaciones[6].
Se estaría generando un espacio para compartir, para establecer diálogos y
tomar acción en referencia a la solución
de controversias. Un espacio que no solamente estaría limitado al sector
privado y a personas naturales sino al que sin duda sería necesario involucrar
al Estado y que podría establecer mecanismos de consulta y fuente para dar
respuesta y solución a expectativas y temores.
Somos
conscientes también, que ese diálogo hoy en día es establecido gracias a la
tarea de los medios de comunicación, pero sabemos que los medios tienen una
agenda y que estos temas no son tocados por ellos de manera permanente. En ese
sentido estos espacios permitirían una actividad constante y podrían
convertirse en referentes confiables para los investigadores.
Pero
todo este debate a nivel académico y profesional no debe quedarse allí, sino
que debe ser transmitido utilizando los códigos que manejan los habitantes de
las comunidades y valiéndose de canales efectivos, fruto también de una
investigación. [7]
Identificar
a las personas de las comunidades que de una u otra forma, ya sea por lazos
familiares o amicales, tienen acceso a la red debe ser también otra tarea. En tal
sentido podremos obtener información que posiblemente sería imposible acceder
de una manera directa en las comunidades, información que no darían al Estado,
pero que sí podrían proporcionar a otras personas que las escribirían en sus blogs y en sus redes. Entonces, eso se
convierte en un primer paso o en fuente de información que será parte de la
investigación y así las empresas o el Estado, podrán participar con sus
comentarios en esos espacios. Si bien en un primer momento podrían no generar
credibilidad, sería el inicio para exponer o poner en el tapete un punto de
vista, razones o aclaraciones que más adelante podrían ser tratadas de manera
directa por los encargados, a través de las redes tradicionales.
Se
trata de que los bloggers lleven el mensaje, Hoy en día hay bloggers
reconocidos que gozan de la misma o mayor influencia que los medios de
comunicación.
Construcción de relaciones de
calidad
Pero
de poco nos servirá todo el esfuerzo realizado si no lo enmarcamos dentro de
los parámetros que la ética exige, de un comportamiento que asegure credibilidad
y la confianza de las comunidades afectadas por las empresas mineras. Si bien
es cierto esto es un trabajo de largo plazo, se puede demostrar que se tiene la
intención de hacer bien las cosas escuchando a los públicos y cumpliendo con lo
que se les ofrece.
No
se trata solamente de comunicación, se necesita construir relaciones de calidad
que predispongan a los receptores a escuchar los mensajes, pero no solamente a
escucharlos sino motivarlos a reflexionar sobre ellos. Una escucha verdadera
que solamente se dará si la comunidad confía en el emisor, ya sea el Estado o
las empresas mineras. Que podrá lograrse si los pobladores de la comunidad
perciben que los emisores tienen un comportamiento ético, que implica respeto a
su forma de vida, a sus creencias, a sus mitos a sus tradiciones a su forma de pensar
(aunque esté equivocada).
Y
lo más importante, que ni el Estado ni las empresas vean a las comunidades con
lástima y los cataloguen como pobres, capaces únicamente de recibir y de no aportar nada.
Se
deben construir relaciones de calidad, con buenos niveles de control mutuo,
confianza, compromiso, satisfacción (Grunig y Hon, 1999, p. 3) que permitan o
que faciliten una correcta interpretación y aceptación de los mensajes que
emiten el Estado y las empresas mineras.
Conclusiones
En
conclusión, debe ser una tarea que implique la gestión de la comunicación pero
también la construcción de relaciones entre las empresas mineras y sus
públicos. Nos referimos a relaciones de
calidad que permitan resguardar los intereses del Estado, el progreso de las
actividades de las empresas mineras y a la vez el desarrollo sostenible de las
comunidades del entorno.
Referencias:
Alonso,
G. & Arébalos, A. (2010). La
revolución horizontal: El poder de la comunicación en manos de la gente.
Lima, Perú: Fondo editorial de la Universidad de San Martín de Porres.
Defensoría
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y la gobernabilidad. Reporte de Conflictos Sociales N° 97. Recuperado el
28 de abril de 2012 de: http://www.defensoria.gob.pe/conflictos-sociales/conflictosactivos.php
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Relación Humana, Legitimidad y acción Comunicacional: Propuestas Teóricas y
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Científica de la
Asociación Latinoamericana de Carreras Universitarias de Relaciones
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en Relaciones Públicas no publicada. Universidad de San Martín de Porres, Lima,
Perú.
[1]
Se puede considerar también la mensajería instantánea a través de la telefonía
celular.
[2] Cuando
se menciona a los públicos, no se hace referencia solamente a las comunidades
pertenecientes a la zona de impacto de
las empresas mineras, sino también a otros grupos sociales u organizaciones que
afectan o pueden afectar el desarrollo de la organización lo mismo que los involucrados
de alguna forma en sus actividades.
[3]
Modelo de comunicación asimétrico bidireccional (Grunig y Hunt, 2000)
[4]
Modelo de comunicación simétrico bidireccional (Grunig y Hunt, 2000)
[5]
Chatear, revisar correos electrónicos, ver películas, escuchar música
[6]
Se sabe que las universidades por ejemplo, a través de sus alumnos realizan
muchas investigaciones que no siempre son utilizadas.
[7]
Se puede considerar como interlocutores a los líderes de la comunidad y otras personas
notables y admiradas en las jurisdicciones en controversia.
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